¿ChatGPT está a punto de alterar el dominio de búsqueda de larga data de Google?

El mundo de la tecnología ha sido testigo de innumerables cambios en los últimos 26 años, transformando la vida cotidiana hasta dejarla irreconocible. Pero hay algo que esencialmente no ha cambiado: la investigación. Es sorprendente lo poco que ha evolucionado la industria desde que Google lanzó su motor de búsqueda en 1998. Internet ha crecido, las interfaces han mejorado, los anuncios han proliferado y la calidad de los resultados de búsqueda ha fluctuado. Sin embargo, la experiencia central de escribir una consulta y recibir una lista de enlaces ha sobrevivido, con Google reinando como líder indiscutible.

Sin embargo, el jueves pasado surgió una medida que finalmente podría alterar el dominio. OpenAI, la empresa que lanzó la revolución de la inteligencia artificial generativa (GenAI), introdujo capacidades de acceso web en tiempo real a ChatGPT, denominadas “búsqueda ChatGPT”. Este movimiento señala claramente sus intenciones: desafiar a una de las empresas más dominantes del mundo.

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Sam AltmannSam Altmann

Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI

(Foto: Bloomberg)

Si bien OpenAI no es el primero en lanzar investigaciones basadas en IA, su movimiento tiene un peso significativo debido a su prominencia en el espacio GenAI. Este desarrollo no sólo podría cambiar el equilibrio de poder en la búsqueda, sino también cambiar fundamentalmente la forma en que usamos la web, tal vez incluso reinventarla.

La nueva función de búsqueda está disponible para usuarios pagos y se implementará para suscriptores institucionales y educativos en las próximas semanas, llegando a usuarios gratuitos en los próximos meses. Se integra dentro del chatbot, activándose en función de la solicitud del usuario o al hacer clic en un botón de búsqueda.

La principal diferencia con los motores de búsqueda tradicionales es que ChatGPT no sólo presenta una lista de sitios web; en cambio, visita estos sitios, encuentra información relevante y la condensa en un resumen conciso. Si pregunta dónde cenar en Tel Aviv un viernes, ChatGPT no incluye sitios de reseñas de restaurantes, pero proporciona una lista de recomendaciones personalizadas. Para los acontecimientos actuales, no vincula a artículos de noticias, sino que ofrece un resumen coherente.

Es importante destacar que todos los resultados incluyen enlaces a las fuentes originales, lo que permite a los usuarios verificar y explorar más a fondo. Los operadores de sitios web conservan el control sobre si sus sitios se incluyen en los resultados de búsqueda en tiempo real de ChatGPT. La función fue desarrollada en colaboración con los principales proveedores de noticias y contenido, incluidos AP, Axel Springer, Condé Nast, Financial Times, News Corp, Reuters y Time.

Anteriormente, ChatGPT podía responder preguntas similares basándose únicamente en datos de entrenamiento, que podrían haber estado desactualizados. Ahora las respuestas están constantemente actualizadas y se basan en la información más reciente disponible en línea.

La búsqueda ChatGPT podría tener un profundo impacto en el mercado de búsqueda existente. Google ha incorporado algunas funciones de inteligencia artificial en su motor, pero sigue anclado a su modelo de negocio basado en la publicidad. Dado que una parte importante de sus ingresos está ligada a los anuncios de búsqueda, Google no puede cambiar fundamentalmente su enfoque sin correr el riesgo de sufrir graves pérdidas de ingresos. OpenAI, por otro lado, no tiene tales limitaciones. Como startup que aún está estableciendo su modelo de negocio, OpenAI tiene mayor flexibilidad para innovar sin poner en peligro una operación rentable, aunque obsoleta.

Si bien Google está encerrado en el modelo de búsqueda tradicional, OpenAI puede reimaginar el campo, atrayendo potencialmente a los usuarios de Google a ChatGPT. Las recientes caídas en la calidad de las búsquedas de Google, debido tanto a factores algorítmicos como al aumento de la colocación de anuncios, solo resaltan la oportunidad que OpenAI está aprovechando.

Sin embargo, el camino de ChatGPT hacia el dominio no será tan sencillo como el de Google en 1998. Hoy en día, numerosos competidores pueden ofrecer capacidades similares o incluso superiores. Por primera vez en un cuarto de siglo, el mercado de las búsquedas se enfrenta a una verdadera conmoción que podría alterar su estructura actual, un cambio que beneficia a los usuarios.

Sin embargo, el paso a la búsqueda basada en GenAI podría tener consecuencias no deseadas. Los motores de búsqueda tradicionales como Google ofrecían una puerta de entrada a la vasta red, llevando a los usuarios a diferentes sitios y fuentes de contenido. Los resultados de la búsqueda fueron un punto de partida que lanzó a los usuarios a un viaje de exploración. Google ha defendido una web centrada en el contenido, donde incluso los operadores pequeños podrían alcanzar posiciones destacadas en los resultados de búsqueda.

La búsqueda ChatGPT, por el contrario, proporciona un resumen del punto final. La información está empaquetada, procesada y presentada previamente, minimizando la necesidad de una mayor exploración. Aunque hay enlaces a fuentes disponibles, los usuarios rara vez pueden hacer clic en ellos porque el chatbot ya respondió a su pregunta. En el pasado, los sitios web especializados podían proporcionar información sobre temas específicos. Ahora, con ChatGPT a cargo de la curación, es posible que los usuarios no tengan motivos para visitar estos sitios, lo que podría reducir el tráfico a sitios más pequeños que dependen de los ingresos publicitarios para sobrevivir. Notamos este efecto cuando Google comenzó a mostrar información sobre sus servicios directamente en los resultados de búsqueda, reduciendo el tráfico a sitios de terceros como Yelp. La investigación de ChatGPT podría acelerar este proceso.

Los sitios web pueden optar por no recibir los resultados generados por GenAI, pero hacerlo podría costarles tráfico. En un futuro dominado por búsquedas impulsadas por chatbots, no aparecer en los resultados podría significar no existir en absoluto. La investigación de ChatGPT podría crear una espiral descendente en la que los sitios más pequeños pierdan tráfico e ingresos, lo que provocaría cierres y una disminución en la variedad de contenido en línea de alta calidad. Si la iniciativa de OpenAI tiene éxito, es posible que eventualmente nos enfrentemos a un mundo en el que la web ya no exista para impulsar la investigación de ChatGPT.