Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI, una vez cofundada por Elon Musk, está ahora en la cima de la «lista de enemigos» de Musk y no se calla ante el resentimiento hacia él y su empresa.
En una versión ampliada de una demanda anterior, Musk llamó a OpenAI una “gorgona que paraliza el mercado”. Diario de Wall Street informó. También ha empezado a llamar a Altman “Swindly Sam”, un apodo burlón al estilo de su nuevo aliado más cercano, el presidente electo Donald Trump.
Musk y Altman han tenido una relación tensa desde que el CEO de Tesla dejó OpenAI en 2018. Como dice OpenAI, Musk dijo en ese momento que «la probabilidad de éxito del equipo era 0 y que tenía la intención de construir un AGI competidor dentro de Tesla».
Un año antes de su marcha, OpenAI había rechazado la oferta de Musk de hacerse con el control de la empresa, pese a ser la principal fuente de financiación. Desde entonces, Musk fundó su propia empresa de inteligencia artificial, xAI.
En marzo, Musk demandó a Altman y OpenAI, fabricante de ChatGPT, por supuestamente violar los principios sin fines de lucro sobre los que se fundó la compañía, en parte porque llegó a un acuerdo multimillonario con Microsoft.
Desde entonces, OpenAI ha pasado a ser una empresa con fines de lucro “limitada”. Musk pidió a un juez el viernes que bloquee los esfuerzos de OpenAI para convertirse en una empresa totalmente lucrativa. CNBC informó.
Después de una charla amistosa con Altman alrededor de una fogata en una conferencia de tecnología en Montana, Musk retiró su demanda original contra OpenAI, el Diario informó, pero lo volvió a presentar en agosto.
OpenAI no respondió de inmediato Fortunasolicitud de comentario.
Ahora la relación entre ambos aparentemente está en su punto más bajo, justo cuando Musk ha ganado una gran influencia con Trump, lo que podría afectar las perspectivas de OpenAI en términos de regulación. Como uno de los mayores donantes del expresidente durante el ciclo electoral de 2024, Musk ha ganado una influencia significativa sobre Trump.
El director ejecutivo de Tesla ha sido nombrado codirector del Departamento de Eficiencia Gubernamental, que asesorará al gobierno sobre cómo recortar drásticamente el gasto. Musk también participó en llamadas con líderes extranjeros y apoyó a aliados para puestos regulatorios que supervisan sus empresas.
Si bien Altman ha intentado establecer un contacto amistoso con la nueva administración Trump a través de contactos como el yerno de Trump, Jared Kushner, y su hermano, Josh Kushner, cuya firma de capital de riesgo Thrive Capital invirtió en OpenAI, su mala relación con Musk complica cosas, IL Diario informó.
Musk es conocido por sus disputas públicas con otros multimillonarios, incluido el presidente de Amazon, Jeff Bezos, y el cofundador de Microsoft, Bill Gates. El año pasado incluso desafió al director ejecutivo de Meta, Mark Zuckerberg, a una pelea en jaula.
En cuanto a Altman, Musk no reprimió sus pensamientos.
“No confío en OpenAI. No confío en Sam Altman. Y no creo que debamos tener la IA más poderosa del mundo controlada por alguien que no es digno de confianza”, le dijo al ex presentador de Fox, Tucker Carlson, en octubre.