En 2024, OpenAI enfrentó múltiples controversias en torno al lanzamiento de su último modelo, GPT-4o. Las acusaciones contra el director ejecutivo Sam Altman y la empresa incluyeron priorizar el desarrollo de productos sobre la seguridad y utilizar la voz de Scarlett Johansson sin su consentimiento. Estos problemas se vieron exacerbados por la salida de varios empleados de alto perfil, incluido el cofundador y científico jefe Ilya Sutskever.
En mayo de 2024, Sam Altman se disculpó públicamente por un aspecto controvertido de las políticas de salida de la empresa. Reconoció las críticas a una disposición que podría privar a los ejecutivos de derechos adquiridos si no firman acuerdos de confidencialidad en caso de ser despedidos o renunciar. Altman se disculpó por las molestias ocasionadas y destacó el compromiso de OpenAI para prevenir el acoso en el lugar de trabajo.
En mayo de 2024, Sam Altman habló sobre las críticas en torno a la voz de OpenAI en su asistente de inteligencia artificial llamado Sky, que para muchos oyentes se parecía a Scarlett Johansson. Altman rechazó ese informe y, cuando se le preguntó si efectivamente era su voz, respondió: “No. No es su voz.» Sin embargo, el caso ha puesto en primer plano cuestiones éticas sobre el uso de voces e identidades artificiales de celebridades sin su permiso. La situación ha llevado a nuevas discusiones sobre la inteligencia artificial y su impacto en la privacidad y la propiedad intelectual de las personas. .
En mayo de 2024, Sam Altman compareció como testigo ante el Congreso de Estados Unidos instándolo a regular las tecnologías que utilizan inteligencia artificial y a crear una agencia gubernamental específicamente para este fin. Si bien muchos acogieron con agrado su reconocimiento de las amenazas que plantea la inteligencia artificial, otros dijeron que su postura puede beneficiar a grandes empresas como OpenAI debido a su ventaja competitiva sobre otras pequeñas empresas. Este testimonio destacó el dualismo entre invención y preocupaciones regulatorias que avanzan hacia el futuro en el campo de la inteligencia artificial.
En 2023, se informó que OpenAI nunca reveló una filtración importante de datos de información del usuario. Esto ha generado preguntas y dudas sobre la transparencia de las empresas y la seguridad efectiva de los datos. Algunas de las principales críticas dirigidas a OpenAI incluyen el hecho de que la empresa tardó mucho en informar de la violación, socavando así la privacidad de sus usuarios, además de ser poco ético en el procesamiento y almacenamiento de datos personales. Esta controversia ha dado lugar a debates sobre la responsabilidad de las empresas de IA y posibles problemas futuros relacionados con el desarrollo de tecnologías de IA.
En 2023, OpenAI, con Sam Altman promoviendo AGI, encendió las alarmas sobre la posible amenaza existencial para la humanidad. Varias figuras, incluido Elon Musk, han advertido que acelerar el desarrollo de AGI podría conducir a resultados desastrosos, como abuso, mal uso y condiciones inseguras. Los críticos señalaron una falta de supervisión en el optimista discurso de Altman, que destacó la necesidad de medidas de seguridad más fuertes y cooperación global en el desarrollo de AGI.
En noviembre de 2023, Sam Altman fue despedido del puesto de director ejecutivo y de la junta directiva de OpenAI porque fue acusado de «no ser consistentemente sincero con la junta de vez en cuando». Esta decisión generó mucha preocupación dentro de la empresa, ya que 505 de 700 empleados firmaron una carta pidiendo a los miembros de la junta que despidieron a Altman que renunciaran.
En junio de 2023, Sam Altman insultó a un competidor indio de IA afirmando que este último no tenía ninguna posibilidad de tener éxito. Sus comentarios provocaron reacciones bastante emotivas, durante las cuales la gente decía que estaba menospreciando el potencial tecnológico de la India. Desde el trágico accidente, se han llevado a cabo debates sobre el futuro del mercado indio de tecnología e inteligencia artificial, con expertos de la industria y tecnófilos que abogan por el crecimiento de la inteligencia artificial y la tecnología en la India.
En 2021, OpenAI se ha vuelto más popular e influyente, y se han planteado muchas cuestiones éticas serias sobre el uso de varios modelos GPT-3. Los representantes de la comunidad de ética de la IA han expresado varias preocupaciones, a saber, la mala aplicación, los prejuicios y el desplazamiento social masivo debido a la automatización facilitada por los sistemas de IA. A medida que la gestión de estas poderosas herramientas comenzó a tomar forma, Altman surgió como uno de los actores clave en estas deliberaciones. Los debates destacaron la importancia de enfoques posreflexivos para la implementación y la innovación de la IA sin externalidades negativas para la sociedad y sin comprometer los principios de justicia.
En 2019, la conexión de Altman con la inteligencia artificial a través de OpenAI fue objeto de cautelosos aplausos y críticas. Fundada como una empresa de investigación de IA sin fines de lucro con la misión de sintetizar inteligencia artificial para el beneficio de la humanidad, OpenAI cambió su estatus en 2019 a una entidad con fines de lucro. Este cambio ha generado dudas sobre su compromiso con la IA ética.
Sam Altman fue criticado en julio de 2019 por su relación con el delincuente sexual convicto Jeffrey Epstein. Su comunicación alimentó el interés de los medios y la indignación pública, a pesar de que Altman describió sus contactos como estrictamente relacionados con los negocios. Esta conexión tuvo efectos negativos en la reputación de Altman con la gente que pedía que se le hiciera rendir cuentas por sus tratos con el mafioso.
En 2017, durante el mandato de Sam Altman en Y Combinator, enfrentó acusaciones de discriminación, en las que un ex empleado presentó una demanda acusando a la empresa de discriminación de género y despido injustificado. La demanda alegaba que Altman y otros ejecutivos crearon un ambiente de trabajo hostil al infravalorar a las empleadas. Aunque Y Combinator negó las acusaciones, el caso destacó cuestiones de diversidad e inclusión en la industria tecnológica, lo que ensombreció el liderazgo de Altman.